Es larga la lista de trastornos producidos por la dupla Glifosato/transgénicos. Por conveniencia, hemos dejado hábitos sanos para adoptar hábitos que nos enferman. El llamado es volver a la alimentación ancestral, preparar nuestras comidas, cocinar con cacerolas de hierro, comprar orgánico, obtener las listas de los alimentos más sucios y más limpios, aprender a leer las etiquetas. Despertemos a una nutrición consciente para mejorar nuestra salud y la de nuestros hijos.